BLACKBIRD: Pasión por el café y la pastelería artesanal

BLACKBIRD es un proyecto familiar (italo-venezolano) que abrió sus puertas por primera vez en 2018. Pero el sueño de Romina, de abrir si propia cafetería viene de mucho más lejos. Para ser más concretamente desde 2009, cuando estudiando diseño en Londres empezó a darle vueltas a esta idea. El tiempo fue pasando, el café de especialidad empezó a abrirse hueco en Europa y en los amantes del café y, por supuesto, también en el corazón de Romina, que entre el 2013 y 2016 trabajaba como barista en Australia y Nueva Zelanda.

Fue amor a primera vista, cuando descubrió el concepto y las filosofía que transmitían aquellas cafeterías y tostadores en las que trabajó y que también le llevaron a descubrir el mundo de la pastelería, que poco a poco y de forma autodidacta ha ido aprendiendo y perfeccionando. Precisamente la pastelería es la base del proyecto, donde todo se elabora de forma artesanal y con productos de proximidad como seña de identidad de ‘Blackbird’. Además, al fondo de su local puedes ver su pequeño obrador a través de una cristalera, donde preparan todo lo que sale a la cafetería y la vitrina de los dulces.

Su local tiene ese clima acogedor que te atrapa, con es sensación de estar como en casa. Mesas y sillas diferentes, alguna estantería y el toque verde de las plantas. También tienen terraza, pero suele estar siempre llena y la gente esperando para sentarse. pero nosotros preferimos siempre el interior.

En ‘Blackbird’ lo más importante es ir con hambre porque os aseguramos que os vais a querer pedir de todo, tanto dulces preparados «casi al momento» en su obrador, como tostadas y sandwiches salados. Todo tiene muy, muy buena pinta y cuando lees su carta, cada plato parece que te hace olvidar el que has leído justo momentos antes.

No toman nota en mesa, así que tendrás coger mesa (si llegas pronto lo tendrás más fácil), echarle un vistazo a la carta, levantarte a ver la vitrina de dulces y una vez te hayas conseguido decidir, pedir en el mostrador. Los platos de la carta sí te lo llevan a la mesa.

Lo primero es lo primero, pedir unos cafés. Normalmente los pedimos con leches, ya sea Latte o Flat White, pero también suelen tener preparado Batch Brew y que en alguna ocasión hemos pedidos que nos lo pongan en nuestro termo para llevárnoslo. Como os decíamos es una cafetería de especialidad y suelen utilizar el café de Right Side Coffee (tostador de Castelldefels). Uno de nuestros favoritos.

Además, también tienen una pequeña estantería/tienda donde podréis encontrar alguna revista, como la de SOLO, el café de Puchero, Hola Coffee o puede que de otro tostador, depende del que vendan en cada ocasión, el Chai de Prana Chai, su granola casera o también sus mermeladas (también casera y con muy buena pinta).

Empezamos por la parte salada y más concretamente sus opciones de sándwiches. Los panes es lo único que no se elabora directamente por ellos en obrador, pero lo preparan sus vecinos de la  Panadería Le Roi.

Nos gusta mucho su Sánchwich mixto, con pan de masa madre , queso Emmental, jamón cocido y mostaza de Dijon. Lo acompañan de rúcula aliñada que a nosotros nos gusta ponerla dentro del sándwich. Pero en nuestra última visita hemos probado su Grilled cheese sandwich con scamorza ahumada y emmental (en las otras visitas no lo tenían), que lo acompañan de una salsa de tomate para mojar el sándwich. Sin duda una combinación ganadora.

También hemos probado su Breakfast Sándwich que lleva longaniza italiana casera, huevo frio, Ali oli de paprika y rúcula. En este caso, lo preparan con un pan de brioche que viene tostado para que no se te desmorone la hamburguesa. Otro sandwich perfecto para empezar con fuerza la mañana.

En la carta también tiene otras opciones como el Sándwich de Coliflor asada especiada apta para veganos. O también puedes pedir alguna de sus tostadas básicas de tomate o la de aguacate y queso de cabra. Además, a estas dos tostas le puedes añadir huevo frito o bacon crujiente, para terminar de completarlas.

Después, deja sitio para probar su parte dulce. En ‘Blackbird’ hay que probar alguno de sus Cinnamon Roll que puedes ver en bandejas en el mostrador. Tienen muchas innovaciones y cambios en su producción artesanal. Brownies, Cookies, el Bostock que son rebanadas de brioche casero bañadas en almíbar y cubiertas con crema de almendras y almendra fileteadas, Muffins, Croissants, Tarta de queso… en fin, que no es el momento de pensar en la dieta. 

Si vemos sus Donuts caseros en la vitrina, es difícil resistirse a pedir uno. No sabemos que tienen los donuts (clásicos) o si es que nos teletransportan en un segundo a la infancia pero es que no nos podemos resistir a pedirlos, y cuanto más sencillos, más nos gustan. Tenemos que decir que el de ‘Blackbird’ nos gustó mucho y pueden uno de nuestros favoritos.

Para nosotros, es un indispensable de Valencia para desayunar, almorzar o merendar, porque su propuesta merece no una, si no varias visitas. Lo mejor de todo es que con la excusa puedes llenar la despensa para toda la semana y llevarte a casa alguna de sus elaboraciones.

No se equivocaron Romina y Maribel, su madre, cuando decidieron que Valencia era la ciudad perfecta para montar su cafetería. Una ciudad no tan grande, pero con suficiente vida como para que una cafetería de especialidad triunfe, ya que ‘Blackbird’ se ha convertido en un referente de vecinos y turistas que visitan la ciudad.