FLYING MONKEY: Un wine bar informal con mucha creatividad

En el barrio de Sant Gervasi (Barcelona) se encuentra Fliying Monkey, el último proyecto de Ronit Stern y de Rafael Campos. Un nuevo local en el que lo importante es que vayas a la hora que vayas siempre vas a tener algo que picar o de tomar. Es una mezcla entre cafetería, «Wine bar» y pequeño restaurante. Sus ventanales rodean el local y permite que la luz natural ilumine todo el local,. Además, tiene algunas mesas en su terraza.

Lo primero que nos llamó la atención fue que la cocina estaba completamente integrada en el interior del local. Les puedes ver cómo están preparando los platos, cómo disponen la bollería o como toman nota a los clientes.

El proyecto de ‘Fliying Monkey’ no es el primero de sus dueños, la chef Ronit Stern y de Rafael Campos, si no que también tienen Auto Rosellón y La Balabusta. Con ‘Fliying Monkey’ han querido darle una vuelta a su concepto y centrarse en un «Wine bar», en una cafetería o en el lugar al que acude la gente del barrio cuando quiere tomar un buen café, picar algo o probar algún plato diferente, porque el toque de Oriente Medio y las especias está muy presente en los platos de su carta.

Como ya os comentábamos, la carta de ‘Flying Monkey’ se adapta a casi todos los gustos y está pensada para cualquier hora del día. Porque a primera hora puedes tomar un buen café de especialidad, acompañado de algo de bollería de su propio obrador OZ Bakery, bizcochos, granola o incluso huevos revueltos o bikinis. Pero nosotros fuimos a sus noches de bocadillos de los viernes. Os contamos qué comimos.

Empezamos con el aperitivo perfecto, unas Aceitunas. Pero ¿las clásicas? Para nada. En ‘Fliying Monkey’ nada es lo clásico. Las acompañan con queso feta, aliño casero y nueces tostadas. Riquísimas, adictivas, de no dejar nada mientras esperas el resto de platos.

Podéis pedir pan natural, que es de su propio obrador «Oz Bakery» y que tienen en el mismo local. De hecho, si bajáis al baño, podréis ver la sala en la que se amasa el pan y las cámaras en las que guardan el pan mientras fermenta. Esta fue otra de las cosas que nos gustó de ‘Fliying Monkey’ que todo lo que pueden hacer casero, lo preparan ellos mismos.

Seguimos con un Hummus. Lo acompañan de setas, harissa y limón confitado, pero también viene con una tostada crujiente de pan de semillas. Todo le da un toque diferente a el hummus y que nos gustó muchísimo, sobre todo lo del limón confitado. La mezcla de sabores y texturas es estupenda.

También tienen otros «entrantes» en su carta como Guacamole de Monkey, con queso feta y encurtidos, Babaganoush o la Burrata con cerezas que tal y como dominan las especias, tiene que estar espectacular.

Uno de los #must de ‘Fliying Monkey’ son sus bocadillos. Nosotros probamos el Bocadillo de pastrami de pollo. No nos podemos resistir a pedirlo, pero el de ‘Fliying Monkey’ era diferente porque es de pollo natural con bacon, con lechuga y cebolla encurtida. El relleno estaba muy rico y muy jugoso, pero es que la trenza de Pan de Halla que utilizan es un espectáculo.

Para terminar, una Tosta de taco de pulled pork, jugoso y muy sabroso. Con queso feta, pico de gallo y jalapeño. Perfecto si queréis un plato para compartir. Quizás un plato con demasiado aceite para nuestro gusto.

Si el estómago nos lo hubiera permitido, hubiéramos probado toda su carta pero no os olvidéis que tenéis que dejar sitio para el postre, porque preparan unos postres caseros impresionantes.

Nosotros probamos la Tarta de queso al estilo vasco, albaricoques y dokkah (una mezcla de semillas tostadas) que le daba un toque espectacular. También probamos la Lemon Pie que si eres de los que te gusta esta tarta, no lo dudes porque estaba riquísima. Aunque no tenía forma de tarta convencional (como podéis ver en la foto).