PONJA NIKKEI: Alta gastronomía Peruana fusionada con Japón

¡Bienvenidos a PONJA NIKKEI! Esto unido a una gran sonrisa fue lo primero que encontramos nada más abrir la puerta de este restaurante. El segundo proyecto del Grupo Quispe quería traer a Madrid todos los sabores de Perú y ésta es su propuesta Nikkei donde se mezcla la técnica japonesa y el sabor peruano, inspirándose en la escena gastronómica de Lima.

El primer impacto que se lleva la vista es su barra japonesa de sushi y la coctelería. Nada mal para empezar. El local está dividido en dos ambientes, tienen una primera parte de mesas en la entrada del local, más minimalista y luminosa, donde combinan la madera, los tonos negros y ocres y algún que otro neón, pero si continuas hasta el fondo del local tienen una decoración más recargada y con luz más tenue. Nosotros preferimos disfrutar de las mesas del principio.

La carta de ‘Ponja Nikkei’ se divide en Cocina Fría donde encontrarás tiraditos y cebiches, dushi y algunos entrantes como gyozas o sanguchitos. Después llega la Cocina Caliente, con platos preparados en cocina (más abajo os mostramos alguno de estos platos). Además, han renovado su carta y han incluido platos nuevos, aunque mantienen muchos de sus clásicos.

Empezamos con unos cócteles. Es una de las claves de ‘Ponja Nikkei’, on un Pisco Clásico y otro Pisco Kôchi Sour. Tienen una gran carta de coctelería con Piscos, Sakes, Chilcanos y también varios cócteles sin alcohol, que además puedes ver como elaboran en su barra. Siempre que hay en la carta Pisco es raro que no lo pidamos porque desde que probamos esta bebida, somos un poco adictos a ella. ¿Os pasa también?

Empezamos con un Tiradito de Hamachi & Vieiras flambeadas al Rocoto. Fue un plato que nos encantó. El pez limón junto con las vieiras flambeadas hacen una combinación estupenda. El toque picante lo pone el Rocoto para darle, si cabe, un plus al plato.

Por supuesto, si hay algo que hay que pedir en un peruano es un cebiche, pero en ‘Ponja Nikkei’ al tener esa fusión japonesa, además del clásico, tienen el Cebiche Nikkei de Atún Rojo con leche de tigre y perlas de wasabi.

Una propuesta diferente y arriesgada, pero que nos pareció que igual que en el cebiche clásico no se pierde el sabor del pescado, en este se perdía mucho el sabor del atún, que a nosotros nos encanta.

En esta ocasión no nos decantamos por ningún plato principal, pero os diríamos de probar el Lomo saltado Nikkei, con dados de solomillo salteados al wok con cebolla roja, tomate, seta deshidratada, cebolla china y ají amarillo en salsa de ostras y soja acompañado con yucas fritas y arroz con choclo. Tenemos que destacar que la carne estaba muy jugosa.

Después pasamos a la parte, quizás, más japonesa pidiendo unos makis. Elegimos el Navaja Brava, con aguacate, macerado de kimchi con leche de tigre de ají amarillo y navajas flambeadas. Con esta presentación no nos pudimos resistir a pedirlo y estaba brutal.

Aunque, todo hay que decirlo, que nos costó lo suyo decidirnos entre todos los makkis que había en la carta porque todos tenían muy muy buena pinta, como el Ponja de atún rojo o el Volcán de centollo gratinado.

También probamos el nigiri de Vieiras Trufadas que estaba buenísimo. De Nigiris tienen también mucha variedad de Nigiri de calamar y chalaquita, de salmón noruego, pulpo al olivo, vieiras trufadas o ternera a lo pobre.

Merece la pena pedir alguna de las propuestas para probarla o también la opción de Nigiri Platter, una combinación de 5 nigiris diferentes. Cinco bocados de sushi con preparaciones sorprendentes y toques de sabor con guiños a Perú. Y te dicen en qué orden comerlos (por la intensidad de los pescados y las salsas que los acompañan) y la verdad que según vas probándolos, van mejorando cada vez más.

Aunque esté en el apartado de ‘Entrantes’, nosotros terminamos con un Katsu Sando de Cerdo. Lo vimos en la carta y no nos pudimos resistir a pedirlo. Lo preparan con presa ibérica, pan tostado en batayaki, mostaza, coleslaw y karashi. Si no habéis probado este plato, es muy recomendable.

En nuestra anterior visita probamos también el mini Bao de pulpo anticuchero. Nos gustó mucho porque el Bao no era demasiado contundente ni empalagoso, que muchas veces se peca que hay más de bao que de interior, pero en este caso no fue así y el pulpo anticuchero nos gustó mucho, convirtiéndose en un bocado muy compensado.

De los postres, elegimos la Cheescake de lúcuma. Es una cheescake con un toque de sabor diferente, semi cremosa y además nada pesada. Perfecta para terminar una gran comida en ‘Ponja Nikkei’.

No ha sido la primera vez que hemos probado la propuesta de ‘Ponja Nikkei’ y tenemos que decir, que nos gustaron igual o más que la anterior. Los nuevos platos de la carta le dan un nuevo giro y hace que sea necesario volver a repetir la experiencia japo-peruana.